En muchas ocasiones, como puede ser el caso de cambios de uso, incremento de sobrecargas o cargas no previstas inicialmente, o bien en caso de rehabilitación integral del edificio, se hace necesario verificar el cumplimiento de los parámetros de seguridad por parte de la estructura existente. Esto es posible mediante un estudio adecuado de la situación preexistente, geometría, materiales y estado, así como un análisis integral que prevea todas las situaciones y acciones previstas en la normativa a cumplir.
Algunos elementos se consideran singulares, debido a que no son comunes en la construcción actual y existe un estado del conocimiento menos generalizado. Estos casos más especializados consisten en arcos, bóvedas, cúpulas, pilares de fundición, jácenas de celosía de pletinas, bien por diferenciación en el material o por su particular comportamiento estructural.
Estas estructuras fueron diseñadas con métodos no vigentes que actualmente son poco conocidos, por lo que pueden estudiarse sólo aproximadamente por estos métodos o bien mediante métodos avanzados de análisis, pero no existe normativa que facilite la justificación de su seguridad estructural.
Como resultado son objeto de un estudio más específico, si bien existe la posibilidad de integrarlos en el análisis global de la estructura mediante herramientas de cálculo avanzadas, como programas basados en el método de elementos finitos MEF.